EFE 72: Protesta estudiantil por el rector de la UCV

Samuel Darío Maldonado formó parte del grupo de alumnos de bachillerato del Colegio Nacional del Táchira, de San Cristóbal, que a través de un manifiesto fechado el 22 de abril de 1886 se solidarizaron con los estudiantes de la Universidad Central de Venezuela, quienes con sus protestas se opusieron a la designación de Telmo Romero como rector de esa casa de estudios.Telmo Romero era un personaje peculiar, un “brujo yerbatero” que había alcanzado cierta notoriedad tras la publicación de un libro titulado El bien general, que contenía las recetas de sus pócimas “para curar los males del cuerpo y el alma”, que según él decía, había aprendido con los indígenas en la Goajira. Comenzó a cobrar fama a partir de 1884 cuando curó a un hijo del presidente de la república general Joaquín Crespo, quien a partir de ese momento lo convirtió en su protegido. Entre otras prebendas, el presidente Crespo lo designó director del Hospital de Lázaros de Caracas y del Manicomio Nacional de Los Teques; lo apoyó en la instalación de una botica o farmacia en el centro de Caracas, donde expendía sus propios remedios; le otorgó la medalla de Instrucción Pública; propició que le otorgaran un doctorado en medicina, en una universidad norteamericana de dudosa reputación; y en 1886, se propagó la voz de que lo designaría rector de la máxima casa de estudios superiores del país:

“Llega a correr el rumor de que Telmo Romero va a ser nombrado rector de la Universidad Central de Venezuela; los estudiantes, para contrariar a Crespo y a través de él, a Guzmán Blanco, organizan entonces un auto de fe y echan a las llamas los ejemplares de El bien general, al pie de la estatua de José María Vargas en el patio de la Universidad.”
[CABALLERO, Manuel, “Telmo Romero” Diccionario de Historia de Venezuela, Fundación empresas Polar. https://bibliofep.fundacionempresaspolar.org/dhv/entradas/r/romero-telmo].

Fue ese rechazo y las protestas de los universitarios caraqueños frente a la probable designación de Telmo Romero como rector, lo que con su manifiesto apoyaron los estudiantes del Colegio Nacional del Táchira, entre quienes se encontraba el joven Samuel Darío Maldonado, que para ese momento tenía 16 años:

NUESTRA ADHESIÓN
“Nosotros los estudiantes del Colegio Nacional del Táchira que consagramos todos nuestros esfuerzos a las investigaciones de la verdad y de la ciencia, focos preciosísimos de luz y de civilización; que llenos de amor por las glorias y el buen nombre de la Patria, trataremos sin descanso de que aparezca grande, noble y civilizada, y que bajo tales conceptos veneramos la ilustre memoria del Doctor José M. Vargas fundador de la Ilustre Universidad Central de Venezuela; en cuenta ya de todo lo sucedido en la Capital de la República por consecuencia de la incineración del libro titulado ‘El bien general’ llevada a cabo por los dignos cursantes de la clase de medicina al pie de la estatua de aquel egregio varón; nos cumple, sin ningún género de dudas, adherirnos en todo a tan justas manifestaciones y felicitarnos con aquellos jóvenes y con los estudiantes de Mérida y del Zulia, por haber llenado así un deber de patriotismo, de dignidad y de conciencia.”

San Cristóbal, abril 22 de 1886
Pablo M Pulido, Ricardo Semidei, Ezequiel A. Vivas, Samuel D. Maldonado, Francisco Ureña, Pío León hijo, Abel Castellanos, Pedro León, Santiago Briceño A., P. Peñaloza, Rafael Velasco, Rafael Briceño, Elio Cárdenas, Jesús Flórez, Ramón Rangel, Juan Semidei hijo, Teodoro Villasmil, Jesús Colmenares, Carlos T. Pirela, Urbano Pernía, E. Spósito h., Luis F. Velasco.”
[Tomado de: MORA GARCÍA, José Pascual, Historia de la educación en Venezuela, Caracas, Centro Nacional de Historia, 2009, pp.162-163].