PALABRAS DE PRESENTACIÓN
En la proyección del documental «Samuel Darío Maldonado, un río por explorar».
por Beatrice Rangel
MIAMI, 30 de agosto de 2022
¡Muy Buenas Noches!
Mi nombre es Beatrice Rangel y soy miembro de la Junta directiva de Meta Miami, institución que promueve el desarrollo de las artes en Miami, y que, gracias al liderazgo de su presidente Milagros Maldonado, acaba de concluir un acuerdo con la Fundación Internacional para la Libertad, para traer a Florida las actividades bandera de la cátedra Mario Vargas Llosa.
Hoy Meta Miami nos reúne a quienes nos forjamos bajo el crisol de la venezolanidad, para compartir como una gran familia el legado de Samuel Darío Maldonado, registrado en el documental «Samuel Darío Maldonado: un río por explorar».
Este evento cierra en mi vida un círculo afectivo. Cuando era una niña de apenas seis años yo vivía con mis abuelos ya que mis padres estaban exiliados. El apellido materno de los abuelos Mantilla era Maldonado. Ellos eran de San Cristóbal y habían venido a Caracas con el general Gómez. En su casa de la Pastora donde yo pasaba mis tardes, las tías abuelas Emma y Carmen contaban en las tertulias de la merienda, las hazañas de un primo lejano llamado Samuel Darío Maldonado. Según ellas el primo había organizado el hospital de San Cristóbal; desarrollado vías para mejorar el comercio con Colombia y comenzado a crear nuevas variedades de ganado y de café. En síntesis, para ellas era un super héroe. De hecho, la tía Emma solía terminar sus crónica sobre el primo lejano, puntualizando con su dedo índice derecho, mientras afirmaba: Y Samuel Darío es el único que le hablaba con la verdad al general”. Lejos estaba yo de suponer que muchas décadas después iba a constatar que los cuentos de las tías abuelas eran crónicas, y que gracias a la generosidad de la familia Maldonado me tocaría presenta la vida de Samuel Darío Maldonado en Miami.
El documental que van a disfrutar gracias al talento de Andrés Crema, Carlos Lucien y Carlos Oteiza lleva inscritas varias claves para la redención de Venezuela que se resumen en visión; persistencia, honestidad y generosidad.
Estos cuatro conceptos que inspiraron la obra de Samuel Darío Maldonado son los que dejaron de presidir nuestras acciones en las postrimerías del siglo XX, y hoy pagamos las consecuencias, porque dejamos de ser nación para convertirnos en una lluvia de meteoritos que cubre y se posa en todos los rincones del planeta tierra.
De allí que la iniciativa de la familia Maldonado de recoger y difundir el legado de su bisabuelo tenga el valor de constituirse en el primer marca camino para el retorno a la patria. Y ese marca-camino nos dice que la visión sobre la capacidad del río Orinoco para encender la llama del desarrollo no solo está vigente, sino que es una de las vías de acabar con el mal gobierno, porque provocaría la descentralización del poder como el Mississippi hizo en Estados Unidos.
La persistencia es el motor de todo logro. Sin la persistencia jamás se logran metas. Cuando algo no funciona hay que poner el alma en hacerlo funcionar. Así hizo Bolívar luego de muchas derrotas; Así hizo Betancourt con el proyecto democracia y así hizo Samuel Darío Maldonado con el territorio Amazonas.
La honestidad consiste en jugarle limpio a Venezuela y eso se traduce en hablarle con la verdad al poder como lo hizo Maldonado al General Gómez para cambiar los criterios bajo los cuales se manejaba la salud pública.
La generosidad es una virtud que solo la ven los otros. Así como mis tías abuelas describían los logros por y para el pueblo de Maldonado, en la misma medida, Maldonado tendía su brazo protector a los más débiles, fueran sus empleados, sus conocidos o sus conciudadanos. Y cada uno de ellos se constituía en cantor de su bondad.
Esta noche vamos a ser testigos además de algo poco frecuente en nuestra cultura. Una familia que se une ante la adversidad y decide hacer dos cosas. Resembrar sus dones y compartir con el mundo su legado. En ambos casos están siendo fieles a Samuel Darío Maldonado quien hizo de los venezolanos su familia y de su fortuna una fuente de bendiciones para ese colectivo.
Y para compartir con todos nosotros los secretos de esa victoriosa fórmula que resiembra dones y preserva el legado, voy a invitar a Milagros Maldonado, quien encarna las virtudes de abuelo, al tiempo que inspira en la juventud la pasión por las artes visuales y por el servicio público. Gracias a Milagros, Venezuela organizó, sistematizó y creó valor en las artes visuales. Hoy ella crea valor dirigiendo a sus hijos, hermanos y sobrinos por el sendero de su abuelo que hoy celebramos. ¡Milagros por favor!
Mil Gracias Milagros.
Y como el futuro se siembra hoy, vamos a invitar a Dharla Maldonado a compartir con nosotros la visión de a la cuarta generación de la familia y como a partir de 1995 se unieron detrás de la preservación y divulgación del legado familiar. ¡Adelante Dharla!
Gracias Dharla.
Toda obra tiene un visionario que la inspira y un operador que la organiza y pone en marcha. La familia Maldonado le ha confiado la operación de la preservación y organización del legado familiar a Natalia Diaz quien ha categorizado; sistematizado y proyectado el legado de Samuel Darío Maldonado y desde luego dirigido las actividades relativas a la celebración de los 150 años de su nacimiento. ¡Vamos a darle un gran aplauso a Natalia!
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