El 5 de noviembre de 1986 se llevó a cabo el registro del Acta Constitutiva de Fundación La Previsora, en la Oficina Subalterna del Segundo Circuito de Registro del Departamento Libertador del Distrito Federal:
“Yo, Álvaro D. Maldonado… en mi carácter de Presidente de la Fundación La Previsora… y de la Compañía Nacional Anónima de Seguros La Previsora, domiciliada en Caracas… por medio del presente ocurro ante esta Oficina Subalterna de Registro a los fines de protocolizar la correspondiente acta constitutiva de la FUNDACIÓN LA PREVISORA, a los efectos que ésta adquiera personalidad jurídica…”
…
“El objeto de la fundación es el de fomentar, impulsar, promover, organizar y desarrollar actividades culturales, científicas, docentes y sociales…”
[AHFM Nº 2059: Acta constitutiva de Fundación La Previsora. Oficina Subalterna del Segundo Circuito de Registro del Departamento Libertador del Distrito Federal. Nº 24 Protocolo 1º, Tomo 28, Caracas 5 de noviembre de 1986]
La Fundación La Previsora fue redimensionada a comienzos de la década de 1990:
“…la Fundación replanteó su misión en tres áreas o direcciones, como son Eco-Desarrollo, con el Dr. Iván Darío Maldonado; Educativa, con el Sr. Oscar Bosque Rosa y Artística o de Cultura o Bellas Artes, con la Sra. Milagros Maldonado, todo bajo la presidencia del Dr. Alberto Quintana y la Dirección General del Arqº José Pisano, y las secretarias ejecutivas Arqº María Antonieta Alberti, Lic. Rosalinda Infante, Gertrudis Toledo y Antonieta Pérez Cornet…”
[Oscar Bosque Rosa, “C.N.A. de Seguros La Previsora y sus 85 años de historia”, Revista Internacional de Seguros, (s/l), (s/f: c.1999), p.34]
Hasta el año 2009, cuando la familia Maldonado llevó a cabo la venta de la Compañía de Seguros La Previsora, la Fundación Previsora desarrolló una intensa actividad que llevó a convertirla en uno de los principales polos culturales de la ciudad, con trascendencia nacional e internacional: sus salas de exposiciones, dieron cabida a artistas renombrados y noveles, principalmente venezolanos; su sala de cine, que a partir de 1993, tras un convenio con la Cinemateca Nacional, no solamente mantuvo una programación constante de gran calidad, sino que también organizó festivales como el de Cine Español, todo lo cual le valió importantes reconocimientos como la declaratoria de “Patrimonio Sociocultural de Caracas”, en 1998, y el “Premio Nacional de Periodismo de la Difusión Cinematográfica”, en 2001; además de sus publicaciones y la presentación de conciertos, conferencias, entre otros eventos de gran interés.
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