El conjunto de documentos que se presenta en este informe adquiere un valor histórico y afectivo excepcional gracias a la silenciosa labor de resguardo que durante décadas realizó el Dr. Iván Darío Maldonado. Tras mudarse de Caracas a Miami, Iván Darío llevó consigo un antiguo maletín de cuero con las iniciales S.D.M., perteneciente a su padre, Samuel Darío Maldonado. En su interior preservó —con una disciplina más cercana al amor que a la técnica archivística— un total de 103 documentos vinculados a la vida, el trabajo y las posesiones de sus padres, Samuel Darío y Lola Maldonado. Aunque las concesiones petroleras allí contenidas no llegaron a materializarse en operaciones de venta, el maletín sobrevivió como una herencia simbólica, un objeto que encarnaba la memoria familiar y el respeto de un hijo hacia el legado de sus padres.

Ese gesto íntimo de conservación permitió que hoy podamos acceder no sólo a información relevante sobre las primeras décadas del siglo XX venezolano, sino también a un testimonio material del afecto y la continuidad familiar. En la residencia de Miami, además de este maletín, Iván Darío preservó más de 300 documentos adicionales, actualmente en proceso de estudio, que amplían y enriquecen el Archivo Histórico de la Familia Maldonado.

El llamado “Maletín de S.D.M.” nos revela dimensiones desconocidas o poco documentadas de la vida y obra de Samuel Darío Maldonado: su participación en las concesiones petroleras de los años veinte; la adquisición y posterior controversia legal de la hacienda Agua Caliente en Ureña; la existencia de una mina de plomo en Niquitao, Trujillo, de la cual fue copropietario; y la referencia a una vivienda en Tucupita, desde donde ejerció parte de sus funciones como gobernador del Delta Amacuro. El maletín ilumina también los retos que enfrentó Lola de Maldonado tras la prematura muerte de su esposo en 1925, obligada a gestionar propiedades, deudas familiares y proyectos inconclusos.

A raíz del fallecimiento de Marta de Maldonado, estos documentos pudieron ser rescatados por miembros de la familia Maldonado, bajo el liderazgo de Dharla Maldonado, quienes reconocieron su significado histórico y decidieron ponerlos en manos del Archivo Histórico de la Familia Maldonado. Su clasificación y procesamiento —labor minuciosa y exigente, que nunca ocurre sobre materiales ordenados— requirió el esfuerzo sostenido del equipo de archivo. El historiador Juan Moreno realizó una investigación rigurosa sobre estos documentos, vinculados con procesos más amplios de la historia petrolera venezolana, con dinámicas familiares y con un análisis transversal con los más de 6.000 documentos que integran actualmente el Archivo Histórico, además de realizar su clasificación técnica.

Este informe, por tanto, no se limita a describir un conjunto documental. Es también un homenaje a la constancia de quienes lo conservaron; un reconocimiento a la familia Maldonado por su compromiso con la memoria histórica; y una invitación a comprender que la apertura del pasado exige tiempo, paciencia y el trabajo silencioso de muchas manos. Gracias a ello, hoy podemos integrar estas piezas al acervo del Archivo Histórico y avanzar en la reconstrucción rigurosa de una historia familiar que dialoga con la historia del país.

Natalia Díaz Peña
Directora | Archivo Histórico Familia Maldonado