Buenaventura Macabeo Maldonado

UREÑA, EDO. TÁCHIRA 1854/ CÚCUTA 19-12-1901

Nacido en Ureña en 1854, Buenaventura Macabeo Maldonado fue un importante personaje en el devenir tachirense de finales del siglo XIX, con un relevante desempeño militar, político y periodístico.

“A finales del siglo XIX, el nombre de un tachirense [Buenaventura Macabeo Maldonado], nativo de Ureña, se destacaba en las batallas parlamentarias, en la polémica política, en los campos de la guerra, en las columnas de la prensa. Su figura tenía la misma significación política de Espíritu Santos Morales y de Carlos Rangel Garbiras, las dos personalidades cimeras de la región tachirense, antes de la aparición de Cipriano Castro. Pero este hijo de Ureña no solamente actuó con brillo en el seno del Congreso Nacional, sino que en el terreno militar destacó su recia personalidad al unirse a los ejércitos peruanos en la guerra del Pacífico, entre el Perú y Chile…”1

Si bien se identificó desde temprano con el bando de los liberales, partido que albergó en su seno diversas tendencias, en ocasiones con posiciones encontradas, Buenaventura Macabeo es calificado por su biógrafo J.N.Contreras Serrano como un liberal “de espíritu independiente”:

 “…Afiliado desde su juventud al partido liberal, pero con espíritu independiente y sin sometimiento bochornoso a caciques o camarillas palaciegas, tal independencia de carácter impidióle alcanzar posiciones de altura, cónsonas con su genio y voluntad inquebrantable, circunstancia por la cual no le fue dable evidenciar, en cargos directivos, de plena autonomía, su fervoroso patriotismo y rectitud de principios, propenso al implantamiento de un sistema de gobierno sin sectarismos abstrusos, según sus prédicas, que tal vez hubiera logrado para la nación –fuerza suponerlo así- beneficios máximos en los diversos órdenes de la vida ciudadana. Así lo creyó de buena fe y por eso luchó con tesonero empeño en todos los momentos de su vivir. Si fue un equivocado, si erró en su ejecutoria política, si fueron quijotescos sus empeños por la libertad y bienestar de su pueblo, obró con sincera y absoluta decisión, firmeza y voluntad. De ahí que su nombre y trayectoria de hombre público, relegado a segundo plano, sean desconocidos en su totalidad de las últimas generaciones nacionales.” 2

En distintas ocasiones, a partir de 1880, fue diputado al Congreso en representación del estado Táchira:

“El 23 de febrero de 1880 [Buenaventura Macabeo Maldonado] se incorporó a la Cámara de Diputados, como representante por el Estado Táchira. Sus otros colegas regionales fueron el general Leonidas Méndez y don Marco Antonio Jácome. En las comisiones parlamentarias de las que formó parte, trabajó con ahínco y decisión en todas las cuestiones atañaderas al bien público; y, de modo especial, por los intereses de la comunidad que representaba. Demostró perspicacia y talento en sus labores, creándose ambiente de cordial simpatía entre colegas y amigos personales.” 3

PARTICIPACIÓN EN LA 2ª GUERRA DEL PACÍFICO

A mediados de ese mismo año de 1880 se aparta de sus labores parlamentarias para viajar al Perú y participar en la segunda Guerra del Pacífico, conflicto limítrofe entre Chile, Perú y Bolivia, a favor de los intereses de estos dos últimos países frente a las pretensiones expansionistas chilenas. Allí se distingue por el papel jugado en distintos combates y por sus iniciativas de difundir lo que consideraba justos interés y reclamos de Perú y Bolivia frente a Chile, lo cual fue reconocido por el gobierno peruano:

“En 1880, al año de haber estallado la segunda ‘Guerra del Pacífico’, entre Chile por un lado y Perú y Bolivia (aliados) por el otro, con resultados funestos para estos últimos países, hallábase Maldonado ocupando una curul en las Cámaras Legislativas Nacionales. Con la conquista de Antofagasta por la escuadra chilena Bolivia perdió su única salida al mar. La simpatía de los otros pueblos de América estaba por la causa perú-boliviana, por constituir el fundamento de esta guerra la expansión geográfica chilena. Se obtuvo al fin la anhelada paz,  -p-21//p.22-  después de grandes complicaciones diplomáticas a base de cesión territorial de los aliados al invasor chileno.

“Su inquietud y sus afanes por ver resplandecer en su patria y en América los genuinos principios democráticos, y, triunfantes las doctrinas del Derecho Internacional entre las naciones del continente, y convencido de la justicia y la razón que asistíales a Perú y Bolivia, decidiéronlo a embarcarse en ese mismo año para el Perú a ponerse a las órdenes del gobierno de esta nación en su contienda armada con Chile…”4

“… [Buenaventura Macabeo] Maldonado se embarcó en La Guaira con rumbo hacia las costas del Pacífico. Eran los días de la guerra entre Chile y el Perú, y el joven Diputado simpatizaba con la causa de esta última nación, sobre la cual soplaba ya el viento del desastre. Llegó a tiempo para asistir a tres combates en El Callao, en los que manejó diestramente la artillería, y al sangriento de Miraflores, prestando además otros servicios tan importantes que el Gobierno del Perú, no obstante su conflictiva situación, se creyó obligado a recompensarlo ofreciéndole una fuerte suma de dinero, suma que nuestro digno compatriota dispuso fuese entregada en su nombre a los Hospitales militares de Lima.»5

Paralelamente a su actividad militar, en Perú inició una campaña de difusión, por diversos medios, a favor de Perú y Bolívia. Parte de ello fue el envío de cartas a sus colegas diputados y la publicación de artículos de opinión en periódicos peruanos y venezolanos:

“…Y como confirmación rotunda de su ideal americanista dirige desde la ciudad virreinal, en julio de 1880, a los señores doctores Domingo G. Guzmán Bastardo, Diego Luis Troconis, Eusebio Babtista, Ramón Parra Picón y otros colegas parlamentarios, una vibrante carta donde se manifiesta el exaltado sentimiento de su firmante y quedan asentados principios y doctrinas de Derecho Internacional que reflejan honra y prez para su autor.”6

En una carta enviada a sus padres desde Lima en agosto de 1880, les informa que está elaborando un texto para publicar:

“ ‘Me preparo a publicar un ‘Estudio sobre la guerra actual, porvenir de la futura confederación Perú-Boliviana, efectos que producirá en el mundo Americano, enseñanzas que derivarán las demás repúblicas hispano-americanas’. Con este rubro verá la luz pública, y será enviado a U.U. tan pronto como sea posible’.»7

A principios 1881 Buenaventura regresa a Venezuela y se reincorpora al Congreso, continúa su campaña a favor de Perú y Bolivia en su conflicto contra Chile, además de persistir en su labor de difusión tanto a través de distintas publicaciones como en su actividad parlamentaria, lo que incluyó la propuesta de un Decreto en el que propugna la unión entre las naciones americanas y la solución de sus conflictos mediante la negociación:

“En Caracas continuó Maldonado su cruzada por la prensa y en el Parlamento en pro de sus ideas americanistas, tendientes a la defensa de las dos naciones bolivarianas en el conflicto del Pacífico; y entre otros actos presentó a la Cámara de Diputados, de la cual era integrante, un proyecto de Decreto que, por su elevado sentido humano y patriótico, de doctrina jurídica, p.34//p.35   de derecho internacional, merece recordarse en este esbozo biográfico del vibrante escritor, político, parlamentario y soldado tachirense.

“Asienta que ‘la guerra que hace dos años azota las Repúblicas del Pacífico –Chile, Perú y Bolivia- no ha servido más que para empobrecerlas, despoblarlas, ensangrentarlas y hacer cada día más viva la llama de los odios. Que a actos como éste hay que ponerle remedio que esté dentro de las normas del Derecho, evitando su repetición para escándalo de la humanidad. Que debe evitarse en lo posible en América semejantes contiendas armadas, por los intereses de su civilización, y porque sus naciones formen una sola familia en tendencias y destino político. Que debe hacerse todo esfuerzo para no romper la unión, que fue el objeto de la lucha y que es además el testamento del Libertador. Su último considerando enfoca la tesis de que aunque la ley internacional carece de Tribunal que la haga efectiva y son disputables algunos de sus fundamentos, hay uno de ellos que no puede ser rechazado, que es el Derecho convencional’.

“Concluye el proyecto excitando ‘al Poder Ejecutivo de la Unión para abrir negociaciones con todos los Estados de la América o a provocar la reunión de un Congreso de Plenipotenciarios con el fin de que si se declara guerra entre dos o más naciones americanas de las contratantes, o están en abiertas hostilidades, estén obligadas a admitir el arbitramento como único medio de arreglo en sus disidencias’.8

PARLAMENTO, PRISIÓN Y EXILIO

Con entusiasmo y grandes expectativas Buenaventura Macabeo retomó su actividad parlamentaria, tal como se lo manifiesta a sus padres en carta enviada desde Caracas en febrero de 1881: “Tengo una serie de proyectos para presentar al Congreso, todos de interés general que me grangearán mucha honra y más si se sancionan”, sin embargo, a los pocos meses fue a dar a la cárcel por asumir una posición crítica frente al gobierno de Guzmán Blanco:

“…Diputado por el estado Táchira (1881), manifiesta su oposición al gobierno del presidente Antonio Guzmán Blanco, al condenar el atropello perpetrado en contra del senador trujillano Eusebio Baptista, despojado de su inmunidad parlamentaria y encarcelado por orden del Ilustre Americano (abril 1881)…” 9

Ese mismo año de 1881 inicia lo que sería un largo exilio de más de diez años en Colombia, interrumpido frecuentemente por sus incursiones militares en territorio venezolano, ya que Buenaventura Macabeo fue de las figuras protagónicas en los innumerables conflictos políticos y bélicos que se dieron en los andes venezolanos entre los diferentes bandos que se disputaban el control de la región durante la segunda mitad del siglo XIX.

“…Exiliado en Cúcuta en forma casi permanente (1881-1892), Maldonado participa en varios alzamientos…”.10

“…El carácter de segundo jefe con que venía investido Maldonado [en 1886], nos fuerza a creer que ya éste había tomado parte activa en anteriores expediciones marciales en los años de 1881 y 1885, capitaneadas también por el citado general Prato.”11

En calidad de militar el general Maldonado formó parte de numerosos alzamientos contra los gobernantes locales, regionales y nacionales, tales como el alzamiento contra el gobierno tachirense del general Espíritu Santo Morales en 1886:

“En 1886 estalló una revolución contra el Gobierno local presidido por el Gral. Espíritu Santos Morales, en la que tomaron parte todos los elementos de la oposición, en ellos numerosos ciudadanos notables que jamás habían pensado ser guerreros. Este movimiento armado tuvo por Jefes a los Generales Segundo Prato y Ventura Macabeo Maldonado, ambos valientes y distinguidos hombres públicos. El desprestigio del Gobierno debíase a la falta de libertades y a los muchos desmanes realizados por los ciudadanos que ejercían el poder, reconocidos y censurados por el propio Gral. Morales, quien, a pesar de su valor y hombría de bien, no imponía las debidas sanciones, pues era débil con sus amigos o copartidarios. La concentración general de los ejércitos revolucionarios se verificó en los Capachos, hoy Libertad e Independencia, y salió a combatirlos frente a las fuerzas del gobierno el mismo Gral. Morales, en dos ocasiones sucesivas, el 23 y 29 de junio, y las dos veces fue derrotado y perseguido tenazmente por las fuerzas revolucionarias que quedaron triunfantes en  p.19 // p.20  todo el Táchira. En estos combates se distinguieron, por parte de la revolución, los Coroneles Pepe Rojas y Cipriano Castro, Camilo Merchán y algunos otros, y por la del gobierno los Coroneles Ramón Velasco, Obdulio Cacique, Juan Pablo Peñaloza y Evaristo Jaimes.”12

PARTICIPACIÓN EN LA REVOLUCIÓN LEGALISTA DE 1892

En 1892, el general Maldonado tuvo un papel esencial en las luchas que se dieron en el Táchira durante la Revolución Legalista, conflicto nacional en el que el general Joaquín Crespo se alzó contra el Presidente Raimundo Andueza Palacio, quien tras la reforma de la Constitución de 1891, se negaba a abandonar la presidencia:

“En 1892, año de la guerra ‘legalista’, hubo otra invasión bélica a territorio venezolano, procedente también de territorio colombiano, bajo el comando del general B. Macabeo Maldonado y de los coroneles Andrés Bautista y Ramón Vizcaya, con armas facilitadas por autoridades de Cúcuta, según informó uno de los jefes de ella…»13

En esta contienda el general Buenaventura Maldonado sobresalió en la batalla de Cuchicuche, librada el 16 de abril de 1892:

“Cuchicuche es gloria inmarcesible del General Maldonado; fue allí que brilló por última vez el sol de la victoria para las armas, calientes siempre por el incesante fuego de las huestes legalistas.

“…sus indisputables méritos le llevaron a la Jefatura de las fuerzas revolucionarias… Ocho horas duró trabada la lucha durante las cuales la casa fue tomada y perdida varias veces, hasta que definitivamente quedaron deshechos los usurpadores y reducidos a menos de ochenta, únicos que al amparo de la noche supieron regresar a San Cristóbal, de cuatrocientos que eran la víspera…» 14

Luego de este triunfo, el general Maldonado hubo de entregarle el mando de sus tropas al general Espíritu Santos Morales, quien había sido nombrado previamente jefe de operaciones del Táchira. Desafortunadamente esta facción del ejército legalista fue derrotada por las huestes partidarias del presidente Andueza comandadas por el general Cipriano Castro, aunque al final se impuso a nivel nacional el ejército legalista del general Joaquín Crespo.

En reconocimiento a sus méritos, el general Maldonado fue designado por el nuevo Presidente de la República, general Joaquín Crespo, para ocupar el cargo de Interventor de la Aduana de Maracaibo:

“El General Maldonado ha adquirido en esta campaña (de la Revolución Legalista), sobre todo dos notas brillantes: la de infatigable organizador y la de hombre eminentemente honrado. Comprendiéndolo así el Benemérito Jefe del Poder Ejecutivo (Joaquín Crespo), acaba de premiar sus servicios y hacer justicia a su pulcritud llamándolo a desempeñar un puesto de confianza en el ramo fiscal: el de Interventor de la importante Aduana de Maracaibo. Nuestras felicitaciones al Gobierno, que así sabe aprovechar las aptitudes, y a nuestro digno Jefe y apreciado amigo tan merecedor de esa y aun de otra más alta distinción.” 15

Al año siguiente, en 1893, Buenaventura Maldonado ocupó nuevamente una curul parlamentaria, como representante del Gran Estado los Andes, posición en la que duró poco tiempo pues ese mismo año, por diferencias internas con sus copartidarios liberales, decidió separarse de la política y se retiró a la frontera colombo-venezolana para dedicarse a la actividad agropecuaria.

“…Diputado por la sección Táchira del Gran Estado los Andes (1893), se separa de la política para dedicarse a faenas agrícolas (1893-1896)…”16

Este retiro duró hasta comienzos de 1896, cuando tomó la determinación de volver al campo de la política, tal como se lo comunicó al Presidente Joaquín Crespo, quien celebró su decisión:

“…El 19 de marzo de 1896 Maldonado le escribe desde Cúcuta al Presidente Joaquín Crespo para anunciarle su decisión de regresar a Venezuela y de trabajar por el avance político del país y por la consolidación de la paz. Crespo le responde celebrando sus propósitos ‘de trabajar como buen ciudadano por la paz de Venezuela’. ‘Hoy más que nunca necesitamos –agrega Crespo- de ese esfuerzo y de esa   p.40//p.41   clase de propaganda en pro de los intereses patrios’. Y concluye el Presidente: ‘Espero que Ud. no desmayará en ese camino’.”17

EL PERIÓDICO Y EL PARTIDO REPUBLICANO

Una de las primeras actividades a las que se dedicó Buenaventura Maldonado en este retorno político fue la creación y dirección del periódico El Republicano, el cual fue utilizado como instrumento de lucha de la facción del partido Liberal liderada por el general Juan Bautista Araujo, enfrentada a la facción del general Espíritu Santos Morales

“El 18 de abril de 1896 circula en San Cristóbal el primer número de un nuevo quincenario denominado ‘EL REPUBLICANO’. Su Director es el General Buenaventura Macabeo Maldonado y figura como administrador el Doctor Eliseo Vivas Pérez. Abre sus páginas con una categórica definición: ‘EL REPUBLICANO’ estará dedicado a sostener la paz, los gobiernos constitucionales de la República, los derechos del pueblo y las prerrogativas del partido político que en Los Andes dirige el General Juan Bautista Araujo’. En su primer editorial Maldonado lamenta el estado de abandono en que se encuentra el Táchira y afirma: ‘…desde la Revolución Legalista (1892) hasta hoy (1896) nadie en el Táchira ha pensado en mover una piedra de nuestros caminos, ni en arrancar las yerbas de nuestras calles; reclamaremos garantías para la vida y seguridad para nuestros intereses, porque estos sufren menoscabos cuando la Constitución Nacional es letra muerta ahogada entre el polvo de los archivos’. Era el ataque al liberalismo amarillo representado en los Andes por la espada y el prestigio del tachirense General Espíritu Santos Morales, y cuyo jefe en el Táchira era el joven y prestigioso General Juan Pablo Peñalosa, Maldonado pertenecía a las filas que reconocían como gran jefe andino al trujillano General Juan Bautista Araujo resecundado en el Táchira por el médico y político General y Doctor Carlos Rangel Garbiras.”18

En ese primer número del periódico, el general Maldonado hace una declaración de principios sobre su consuetudinaria participación en los conflictos regionales:

“…‘Si hemos sido hombres de lucha y en veintidós años aparecido en todos los movimientos armados del Táchira, no es que seamos enemigos del reposo de sus pueblos, sino que al contrario, por estos medios, ya que no ha sido posible por otros, hemos tratado de implantar las ideas que venimos alimentando desde niños. Si nos hemos equivocado y otros han sido los frutos cosechados, nuestra no ha sido la culpa sino de los tiempos corridos y de los hombres con quienes hemos militado’. Y agrega: ‘Aventajados en el destierro, pues llevamos en él la mitad de nuestra vida, obligados en consecuencia a ver la Patria desde la frontera vecina ni hemos alimentado jamás irreconciliables odios, ni mucho menos los atizaremos hoy. Somos hijos del pueblo y servimos al pueblo’.”19

El año siguiente Buenaventura Macabeo Maldonado forma parte del grupo de liberales tachirenses que fundó el Partido Republicano:

“…en 1897, ayuda a organizar el Partido Republicano, alianza de partidarios de Rangel Garbiras y del general José Manuel Hernández, el Mocho…”20

ALZAMIENTO CONTRA EL PRESIDENTE ANDRADE EN 1898

En febrero de 1898 Ignacio Andrade asumió la Presidencia de la República, tras haber sido electo en septiembre del año anterior en unas elecciones consideradas fraudulentas por los partidarios del candidato del Partido Liberal Nacionalista, el general José Manuel Hernández, el Mocho Hernández, quien gozaba de una notable popularidad. En marzo de ese mismo año el general Hernández inició un alzamiento contra el nuevo gobierno conocido como la Revolución de Queipa, el cual tuvo repercusiones y seguidores en distintas partes del país. En el Táchira lideró esta lucha contra el nuevo gobierno del presidente Andrade el general Carlos Rangel Garbiras, a quien vino a apoyar desde Colombia, donde se encontraba exiliado, el general Buenaventura Macabeo Maldonado. Esta sería la última campaña militar en la que participaría el general Maldonado, pues tras el fracaso de la misma sería hecho prisionero y trasladado a Caracas, de donde partiría a su último exilio en Colombia y allí moriría.

La figuración de Buenaventura Macabeo Maldonado en este alzamiento de 1898, en calidad de General Jefe de Operaciones del Ejército, fue muy relevante:

“Y en desacuerdo… con el régimen político presidido por el general Ignacio Andrade, [el general B. M. Maldonado] se lanzó de nuevo a la lucha bélica invadiendo a Venezuela con fuerza armada en 1898, procedente de territorio colombiano, izando en esta vez la bandera ‘rangelista’, a cuyas tropas se unieron en Colón, las del doctor y coronel Eliseo Vivas Pérez, y en Michelena se agregó el contingente armado del Coronel José Manuel Colmenares Pacheco. En esta aventura guerrera se combatió en el Táchira, según datos de la obra ‘LA GUERRA DE 1898’, por Manuel Landaeta Rosales, en los siguientes lugares:

“JUNIO 6.- Combate en Borotá, Sección Táchira, entre el general Matías Ramírez y el General revolucionario Buenaventura Macabeo Maldonado, que triunfó.

“JUNIO 12.- En el Puente de San Cristóbal, Sección Táchira, entre el General Juan Pablo Peñaloza y el General revolucionario Buenaventura Macabeo Maldonado, quedando indeciso el combate.

“JUNIO 14.- En Pericos, Sección Táchira, entre el General José Miguel Salazar y los Generales revolucionarios B. Macabeo Maldonado y Doctor Carlos Rangel Garbiras, quedando indeciso el combate.

“JUNIO 16.- En San Josesito, Sección Táchira, entre el General Juan Pablo Peñaloza, del Ejército de Los Andes, y los Generales revolucionarios B. M. Maldonado y Doctor C. Rangel Garbiras, que triunfaron.

“JUNIO 23.- En Libertad o Capacho Viejo, Sección Táchira, entre los Generales Rafael Adrián, Juan Pablo Peñaloza y Eduardo Añez B. y los Generales revolucionarios B. M. Maldonado y Rafael Rojas Fernández, que fueron vencidos con grandes pérdidas de muertos, herido y prisioneros.21

Tras el fracaso de los sublevados en la batalla de Capacho Viejo, el general Maldonado fue capturado por las fuerzas defensoras del gobierno del presidente Andrade y luego enviado a Caracas:

“En derrota las fuerzas revolucionarias y en busca ya del camino de la frontera, el General Maldonado fue perseguido y hecho prisionero en la población de Independencia. Lo condujeron a San Cristóbal y de allí fue enviado preso a Caracas.” 22

Benigna y corta fue la prisión de Buenaventura Maldonado en esta oportunidad, ya que el presidente Andrade teniendo en consideración la relevancia de este líder liberal y el alegato a su favor de importantes figuras andinas, cambió su reclusión en la cárcel de La Rotunda por su confinamiento en la ciudad, pudiendo ejercer allí cierta actividad política:

“…Tomó Andrade muy en cuenta en el caso de Buenaventura Macabeo Maldonado su talla política, su prestigio intelectual, su valor ciudadano. Y dióle a Caracas por cárcel y total libertad para tratar sobre los asuntos de interés público.

“Como confirmación de lo antes apuntado referente a las medidas de clemencia adoptadas con este grupo de revolucionarios tachirenses por el Presidente Ignacio Andrade, puede señalarse el manifiesto que un grupo de hijos de Los Andes residenciados en Caracas le dirigieron al General Andrade con fecha 30 de octubre de 1898 en torno al problema de las autonomías regionales y a otras cuestiones de la actualidad política. Entre las veintitrés firmas que autorizan el documento, todas de influyentes personalidades tachirenses, ocupa el tercer lugar la del General Buenaventura Macabeo Maldonado.”23

CÁRCEL, EXILIO Y MUERTE

Poco tiempo después, en octubre de 1899, regresaría a la prisión de La Rotunda por orden del nuevo presidente, Cipriano Castro, por existir entre ellos una fuerte rivalidad política. De esta cárcel Buenaventura Macabeo saldría exiliado a Colombia.

“Al año siguiente [1899], al ser derrocado el gobierno de Andrade y al ascender al poder el General Cipriano Castro volvió Maldonado a la cárcel; en razón de los viejos odios políticos regionales. Castro ordenó su detención y dio instrucciones para que fuera conducido a La Rotunda, no obstante el estado precario de su salud. Ante la gravedad de sus quebrantos y debido a las repetidas gestiones de políticos y militares, fue ordenada su libertad.

“Esta serie de contratiempos de Macabeo Maldonado, hizo viajar a Caracas a su hermano el doctor Samuel Darío Maldonado, quien se encontraba en el Táchira. Al llegar a Maracaibo fue hecho prisionero y trasladado a La Rotunda de Caracas de donde se fugó meses después. Como Samuel Darío sabía en donde estaba escondido su hermano Macabeo lo fue a buscar y huyendo llegaron a la costa en donde se embarcaron en una goleta que les tenía preparada un amigo de Samuel Darío Maldonado, llamado Jacinto Pastrón quien los llevó a la isla holandesa de Curacao.

“De Curacao los dos hermanos Maldonado se embarcaron para Barranquilla. De Barranquilla, el General Buenaventura Macabeo se dirigió a Cúcuta y llegó a dicha ciudad en mayo de 1901, en estado de suma gravedad…” 24

A finales de ese mismo año de 1901 murió en Colombia, donde por orden presidencial le fueron rendidos honores militares:

“El 19 de diciembre de 1901, a la edad de 47 años, moría en la población de San Luis de Cúcuta, el General Buenaventura Macabeo Maldonado, singular figura de la política, del periodismo y de la guerra. En la hora de su muerte el gobierno de Colombia que presidía el eminente escritor Don José Manuel Marroquín ordenó que se le tributaran los honores correspondientes de General de División, se mencionó su nombre en la Orden del Día de los cuarteles y el Batallón ‘Casabianca’ asistió en traje de parada a su entierro.”25

DESCENDIENTES

Finalmente cabe señalar que no se ha encontrado información documental que confirme si Buenaventura Macabeo Maldonado llegó a contraer matrimonio y si tuvo descendencia. Sin embargo en el folleto ya citado de Rosangel Sevilla Rivero, sobre Samuel Darío Maldonado, al enumerar sus hermanos, señala que Buenaventura Macabeo nunca se casó, pero que tuvo varios hijos entre los cuales reconoció a tres:

“… El segundo de ellos, [Buenaventura] Macabeo, también fue General, quien aunque nunca contrajo nupcias si tuvo muchos descendientes de los cuales los únicos reconocidos fueron Aminta Maldonado, Cornelia Maldonado de Parra, casada con Luis Parra y Petra Maldonado de Buenaño.”

[SEVILLA RIVERO, Rosangel, Samuel Darío Maldonado. Orgullo venezolano…, enero 2002]

Buenaventura Macabeo Maldonado Vivas

– Aminta Maldonado

– Cornelia Maldonado de Parra

– Petra Maldonado de Buenaño

EL ARCHIVO DEL GENERAL

En su escrito biográfico sobre Buenaventura Macabeo Maldonado, J.N. Contreras Serrano afirma que en Ureña existió un archivo con la documentación del general Maldonado del cual su sobrina Blanca Maldonado de Castro conservó dos cartas:

“En Ureña se conservó durante muchos años el Archivo de Buenaventura Macabeo Maldonado. Pero este testimonio de una época muy importante y poco conocida de la historia del Táchira se perdió como ocurre casi siempre en Venezuela con los archivos de los políticos y como ocurrió con la mayoría de las colecciones de periódicos del siglo XIX.

“De este archivo, doña Blanca Maldonado de Castro, sobrina de Macabeo Maldonado salvó dos cartas, escritas la una en 1880 desde Lima y la otra en Caracas a comienzos de 1881.”26

A continuación se transcriben estas cartas por considerar que las misma brindan importantes datos biográficos del personaje, entre los cuales cabe destacar la estrecha relación y el gran afecto que existía entre Buenaventura Macabeo con sus padres y hermanos; su temprana vocación americanista; su preocupación por alcanzar un adecuado nivel intelectual para ejercer su función política; su relación con el reconocido intelectual Cecilio Acosta, a quien considera su mentor; sus aspiraciones y proyectos como parlamentario; entre otros rasgos de su personalidad y trayectoria:

El texto de estas cartas es el siguiente:

“Lima, Agosto 26 de 1880.

“Mis adorados padres:

“Adjuntos a ésta, van tres números de ‘La Opinión Nacional’, de esta ciudad, donde verán mi segunda carta dirigida a los mismos colegas de Caracas y al Gral. Medina. Esta carta como la primera ha causado mucha sensación y captándome mayor número de simpatías.

“Me preparo a publicar un ‘Estudio sobre la guerra actual, porvenir de la futura confederación Perú-Boliviana, efectos que producirá en el mundo Americano, enseñanzas que derivarán las demás repúblicas hispano-americanas’. Con este rubro verá la luz pública, y será enviado a U.U. tan pronto como sea posible.

“Si alguna vez he lamentado extraordinariamente no haberme educado, es precisamente hoy, cuando necesito mayor caudal de conocimientos para sellar el éxito de mi porvenir. Pero todo lo suplo con mi asiduidad en el estudio de todo cuanto está a mi alcance y poder de mis débiles fuerzas. De manera que si Dios me concede volver a ocupar un puesto en el Congreso de mi patria, mucho que hacer habré de dar a aquella caterva de merodeadores políticos que son los que han ensimismado a Guzmán Blanco, y hundido la dignidad de nuestra querida Venezuela.

p.28 // p.29

“Por este mismo correo escribo a mi grande y noble amigo doctor Cecilio Acosta, cuya carta no dudo acojerá él con toda la benevolencia que para conmigo le caracteriza. Al volver a Caracas será mi Mentor. Nos hemos comprendido perfectamente. Un día me dijo: ‘Usted es puro corazón’. Le contesté: ‘por eso que desde muy niño lo he admirado y amado con todo mi corazón’. En seguida me abrazó.

“Hoy me he dirigido al Ministro de Guerra por medio de una nota ofreciendo mi persona a la causa del país. Así se ha convenido de antemano para que una vez consultada S.E. el Jefe de Estado, aprobara la resolución dictada por el señor Ministro. Ocuparé, pues, mi puesto en el Estado Mayor General de todos los ejércitos, con estupenda gloria para mí. Se la debo al señor Coronel Larrañaga, Cónsul Gral. del Perú en Panamá, y hombre de muchos méritos en este país, de una posición social elevadísima y brazo derecho del actual gobierno.

“Últimamente estuvo aquí y me obsequió una comida en casa de sus hermanas con quienes me ha relacionado y hecho prodigar muchas atenciones.

“La guerra no tiene visos de terminar: yo creo que ahora no más empieza. Por allá creerán hundido al Perú; pero no. La causa de que nada se sepa de su posición formidable, es porque el Gbno. ha prohibido a la prensa, y a los particulares en su correspondencia, comunicar nada. Así caerá Chile en el garlito como lo verán. En una palabra, el Perú se ha apeltrechado ya de armas y de una artillería superior a la de los chilenos, introducida al país en estos días y que todo mundo ignora.

“Yo creo que me tocará conocer a Santiago de Chile con mi Frac y Charreteras. Qué contento, cuánto placer, que los peruanos como deben, dicten allí la paz!

“En cuanto a lo demás, ya he dicho a U.U.; mi nombre de venezolano, quedará bien puesto llegada la ocasión; y si Dios me concede volver a besar sus veneradas frentes, no será, sino de modo que uno de los laureles que lleve la mía, caiga sobre las de U.U. porque solo así podré mitigarles las penas que les habré causado, y dejar el nombre de Maldonado, que llevo, a la altura que es acreedor por U.U.

“Yo todas las noches y aun ahora mismo, me inclino reverente ante la majestad de Dios, pidiéndole me perdone los sufri-  p.29//p.30  mientos que he llevado al alma de U.U.; también ahora mismo lo hago con U.U. puesto que mi amor a la gloria es quien me incita a tanto; pero que antes que todo, habrán de recordar aquel proverbio que en la Biblia recuerdo haberlo visto: ‘desgraciado de aquel que no aspire, porque el estado de las bestias se hizo para los animales’.

“Pero basta ya de llevar al corazón de U.U. un átomo de pesar, cuando la lectura de ésta habrá de volverles la calma y la alegría perdidas.

“De qué les hablaré! Les diré que hay entre esta ciudad y El Callao treinta mil hombres! Que se organizan tropas por todas partes! Que cada batallón (que es aquí de seiscientas plazas), tiene una famosa banda de música. Qué cual más cual menos cada uno quiere medir sus fuerzas con las del insolente chileno!

“O continuaré mi descripción de Lima empezada en mi anterior! O les hablaré de sus mujeres, de sus costumbres! O termino esta por hoy! Imposible, cuando ojalá a cada hora a cada instante, pudiera escribirles. Gozo tanto con ello!

“Y ya que así encuentro alivio a mis ansias de verlos ¿no escribirán U.U. siquiera una vez? ¿No me harán siquiera, acreedor a besar y contraer contra mi pecho, ya que no me es dado hacerlo en persona, siquiera a un pedazo de papel nada más que por que tenga letras escritas de manos de U.U. y estampado allí el cariño y afecto que tanta veces me han prodigado?

“Yo lo espero. Lo deseo porque nada se tampoco del Táchira que me he empeñado en llamarlo mío!

“Quiero una relación minuciosa, pues, de todo. Este es por hoy la exigencia que les hace su hijo que los abraza con el corazón,

“Buenaventura.

(Rúbrica)

“P.D.    A Mario, hermana, Juancito y Samuel Darío, los afectos de siempre.

A mis comadres, todas, muchas cosas.

A mis tienditeros, ureñeros y sabanalargueros, que soy el  p.30//p.31  mismo de siempre: que siempre los recuerdo con placer, y hago votos por su bienestar.

A mis tíos Antonio, Abelardo, Esteban, Visitación, Epifanio, un saludo, así como a Eleuterio, quien por sus locuras, no está aquí conmigo.

A Salomé, mi comadre Evangelista, los Sayago, Becerra, Ramírez, Olivares, mis recuerdos; y a los muchacho del Palotal y al resto de mis amigos de San Antonio, como son Ramón, Joaquín, Segundo, Rosendo, Rafael, Leopoldo, Vicente, Eugenio el afecto que soy capaz de prodigarles.

 

 

“Caracas, febrero 13 de 1881.

“Mis queridos papás:

“Ureña.

“A no ser por las contingencias a que está expuesta la correspondencia en este país, haría a U.U. muchos cargos por no haberme contestado o no haber llegado a mis manos hasta hoy, letra alguna. Y como desde que llegué a Panamá en mis cartas les decía me enviaran las de U.U. directamente a esta ciudad, tanto más extraño me sería puesto que aquellas, no lo dudo, habrán llegado a manos de U.U. y hay más que suficiente tiempo para que a la fecha, supiera de esa, cosa que me exaspera si no tuviera confianza en que Dios continuará dispensándonos sus inestimables favores.

“Sin embargo creo que con los diputados de ese Estado recibiré contestación, lo que me placerá en extremo, pues no hay mayor placer para mí que saber de mi casa.

“Las noticias que tenga que comunicarles de el Perú son lamentables. Los chilenos tomaron a Lima después de una batalla horrorosa en que ha sucumbido lo más notable del Perú. Una espesa neblina protegió la marcha de los chilenos por medio de la cual, pudieron acercarse a tiro de pistola sin ser vistos, y romper sus fuegos sobre los peruanos con la grandiosa ventaja de no haber disputado el terreno palmo a palmo, sin lo cual, hubieran sucumbido. En este encuentro cuasi-sorpresa, perdieron los peruanos ocho mil hombres y dos mil los chilenos; éstos no dieron cuartel a nadie: heridos y prisioneros fueron degollados, cosa que vienen haciendo desde que principiaron la guerra. El  p.31//p.32  hermano de Piérola y el Ministro de la guerra cayeron prisioneros, fueron fusilados!

“El primer encuentro fue a las inmediaciones de Chorrillos, la que fue tomada y reducida a pavesas: al fin consiguieron su intento los canallas! El Barrano y MIRAFLORES tampoco existen hoy!

“Piérola propuso tratados que los chilenos aceptaron; pero infames como lo son; marcharon sigilosamente a Lima estando en las negociaciones. La reserva de Lima compuesta de seis mil hombres, comerciantes, abogados, estudiantes y médicos, protegida por cuatro mil de línea, resistieron el empuje de los chilenos matándoles cinco mil y muriendo de ella, mil. Pero como diez mil no podían resistir a veinticinco mil hombres superiores en número, armamento y sobre todo con los preludios de la victoria, los chilenos tomaron a la hermosa reina del Pacífico.

“Los peruanos volaron todas las fortalezas del Callao y quemaron sus buques. En este puerto hubo una explosión que despedazó más de ochocientos chilenos.

“En el número de ‘La Opinión Nacional’ que les remito, correspondiente al siete de este mes, verán más detalles; y en el del ocho, un artículo mío defendiendo al grande hombre contra la charlatanería de ‘La Voz Pública’ de Valencia. Si se me contesta sostendré una discusión como lo deseo.

“Hubo antes de la toma de Lima y de la sorpresa-combate, varios encuentros en los que habían vencido los peruanos. Cuéntase entre ellos el del Puente de Verrugas, puente del asombroso ferrocarril de ‘La Oroya’ y única salida de los peruanos en caso de una derrota, que costó a los chilenos mil cuatrocientos hombres y novecientos a aquellos.

“Hasta hoy no se tienen detalles, pues el tres por telégrafo se comunicó aquí la infausta noticia; y las publicadas en los periódicos son tomadas de las primeras venidas por los del Ecuador. Pero los horrores de Lima no tendrán ejemplo.

“Las pérdidas en uno y otro ejército en muertos son de diez y seis a veinte mil hombres, siendo mayores las de los peruanos, pues heridos y prisioneros los han pasado por las armas los chilenos.

“Piérola se salvó con restos del ejército y ha nombrado Jefe de los departamentos del Norte del Perú al Gral. Montero y al   p.32//p.33   Dr. Solar de los del Sur, lo que revela que continúa la guerra; tanto más, cuanto que el ejército peruano de Arequipa debe haber recuperado el territorio tomado por los chilenos y que habían abandonado casi del todo para venir a Lima.

“La América está de duelo, y es muy probable que la República Argentina haya declarado a la fecha la guerra a Chile, pues no consiente la conquista. Aquí se dijo que un terremoto había destruido la capital: no se confirma. Esto no privaría la guerra, sino que la retardaría un poco más, caso de ser cierta aquella desgracia, que haría comprender que el diablo protege a Chile.

“Si los argentinos toman la revancha, es muy probable si Dios me lo concede, que vaya a militar con ellos: me iría entonces por el Atlántico vía de Río de Janeiro.

“Yo he continuado gozando aquí de muchas y muy distinguidas simpatías.

“El Dr. Acosta es mi maestro en Inglés; el francés lo estudio con cuantos vienen a verme y que lo saben: estoy traduciendo.

“Me he instalado en casa de familia donde están los tachirenses: Hay la ventaja de que lo asistan a uno en caso de enfermedad, de pagar la mitad de lo que pagaba en el ‘León de Oro’, de estar solo, de tener pieza más cómoda y muchas más.

“Envíenme sus retratos que es para mandarlos a hacer al óleo. Yo mandaré a que me hagan el mío también.

“Con Ricardo González, envié el año pasado uno mío en cristal: dos cruces de azabache engastadas en oro, para mi mamá y hermana, y un libro para ésta; los recibieron?

“Tengo una serie de proyectos para presentar al Congreso, todos de interés general que me grangearán mucha honra y más si se sancionan.

“Ojalá se hayan acordado de enviarme el bandolín y el tiple; pues me tienen loco aquí; y de no, habré de mandarlos hacer que es de temerse no me sirvan para nada como en el año pasado.

“Un abrazo a mi hermana y hermanos, saludos a mis amigos.

“Su hijo,

Buenaventura.”27

 

 

REFERENCIAS TEXTUALES

[1]CAMARGO, Teo, “Prólogo” a VV.AA., Buenaventura Macabeo y Samuel Darío Maldonado, hijos ilustres de Ureña, Caracas, Ministerio de Información y Turismo, 1977, p.7

[2] CONTRERAS SERRANO, J.N., “Buenaventura Macabeo Maldonado”, en: VV.AA., Buenaventura Macabeo y Samuel Darío Maldonado, hijos ilustres de Ureña, Caracas, Ministerio de Información y Turismo, 1977, p.36

[3] Ibidem, p.37

[4] Ibidem, p.21-22

[5] COLMENARES PACHECO, José Manuel, “Buenaventura Macabeo Maldonado”, en: VV.AA., Buenaventura Macabeo y Samuel Darío Maldonado, hijos ilustres de Ureña, Caracas, Ministerio de Información y Turismo, 1977, p.13

[6] Op.cit, CONTRERAS SERRANO, 1977, p.22

[7] Ibidem, p.28

[8] Ibidem, pp.34-35

[9] Fundación Polar, “Maldonado, Buenaventura Macabeo”, en Diccionario de Historia de Venezuela, Caracas, Fundación Polar, Tomo 3, p.16

[10] Ibidem, p.16]

[11] Op.cit, CONTRERAS SERRANO, 1977, p.38

[12] BRICEÑO AYESTERÁN, Santiago, Memorias de su vida militar y política, Caracas, Tipografía Americana, 1948, pp.19-20]

[13] Op.cit, CONTRERAS SERRANO 1977, p.39

[14] Op.cit, COLMENARES PACHECO,1977, pp.15-17

[15] Ibidem,, p.20

[16] Op.cit, Fundación Polar, p.16

[17] Op.cit, CONTRERAS SERRANO 1977, p.40-41

[18] Ibidem, p.41

[19] Ibidem, p.42

[20] Op.cit, Fundación Polar, p.16

[21] Op.cit, CONTRERAS SERRANO 1977, pp.45-46

[22] Ibidem, p.54

[23] Ibidem, p.55

[24] Ibidem, pp.55-56

[25] Ibidem, p.56

[26] Ibidem, p.28

[27] Ibidem, pp.28-33